Cómo leer una radiografía del aparato osteoarticular
Anatomía Radiológica – La regla ABC’s
Para ser capaz de detectar cualquier alteración en la radiografía, debes conocer primero la anatomía radiológica normal. Cada región del sistema osteoarticular merece su propia descripción y podrás encontrarla en los artículos dedicados a cada una de ellas.
Sin embargo hay características que son comunes a todo el esqueleto óseo, y son las que analizarás en una primera aproximación diagnóstica.
Te propongo una regla mnemotécnica, tomada de la literatura anglosajona, simple y fácil de recordar: “ABC’s”. Las siglas son las mismas que te presenté en el artículo “Como leer una radiografía de columna“. Y no es casual, ya que la columna es parte del sistema osteoarticular. Veamos cómo se adapta al esqueleto apendicular.
A. Alignment – Alineación
B. Bones – Huesos
C. Cartilage – Cartílago
s. Soft Tissues – Partes blandas.
Veamos cada uno con más detalle.
A . Alignment – Alineación
Debes de valorar si están presentes todas las estructuras, si se hallan ordenadas de forma anatómica y si su maduración es la adecuada para la edad del paciente.
B . Bones – Huesos
Analiza cada uno de los huesos incluidos en el estudio, contándolos, valorando su tamaño respecto al resto, su forma y su densidad, en conjunto y en sus diferentes porciones.
C . Cartilage – Cartílago
Observa los espacios articulares valorando su amplitud, congruencia y densidad, sin olvidar el espacio subcondral y los bordes de la articulación.
‘s. Soft Tissues – Partes blandas
Pueden ser el único signo de patología, como el aumento de volumen por derrame articular, los edemas o hematomas traumáticos relacionados con fracturas, las calcificaciones yuxtaarticulares de la patología inflamatoria, etc.
En un paciente con lesión del esqueleto óseo encontrarás alteraciones en una o más de estos elementos. Pero el gran protagonista es el hueso. Veamos los signos radiológicos de patología de hueso.
Semiología Radiológica
Para redondear el tema, te dejo algunos conceptos básicos de semiología radiológica. Son datos complementarios que te ayudarán a describir los hallazgos en una radiografía que salen de lo normal.
Los cuatro datos fundamentales que se deben evaluar en cualquier estructura ósea son:
- El número,
- El tamaño,
- La forma y
- La densidad.
Importante: Las infecciones, las lesiones traumáticas, los tumores y las displasias óseas, suelen provocar alteraciones en dos o más de estos parámetros.
Número
Recuerda la anatomía normal y evalúa el número de segmento óseos en la región.
Puedes encontrar alteraciones del número en más o en menos. La mayoría de estas alteraciones son congénitas. Representan variantes de la normalidad pero pueden confundirse con patología.
Para describirlas, debes usar la terminología correcta:
- La ausencia completa se denomina agenesia o aplasia.
- El déficit parcial o el menor desarrollo, hipoplasia o defecto focal.
- Los huesos que superan el número habitual se denominan supernumerarios.
- Sí conforman una porción anatómica completa, constituyen un miembro supernumerario. Un ejemplo relativamente frecuente es la polidactilia.
- Huesos accesorios en las apófisis, por Los defectos de unión o falta de fusión de los núcleos de osificación, determinan la aparición de huesos accesorios y, con menos frecuencia, la seudoartrosis congénita.
Tamaño
Cómo en el número, las alteraciones pueden ser en más o en menos. En ambos casos, las causas pueden ser congénitas, endocrinológicas o secundarias a trauma, infección o neoplasia.
- Aumento del tamaño de una estructura:
○ Congénita: malformación o displasia con crecimiento monostótico o generalizado aumentado
○ Endocrinológica: gigantismo,
○ Secundaria a remodelación postraumática, infección, tumor (por insuflación), etc. de una parte o de todo el hueso. - La disminución del tamaño
○ Congénitas: hipoplasias segmentarias; displasias óseas.
○ Endocrinológicas: armónicas (defecto de hormona de crecimiento) o no armónicas (hipotiroidismo);
○ Secundarias a traumatismos (aplastamiento, acabalgamiento de fragmentos, pérdidas de fragmentos, cierre fisario precoz por formación de un puente óseo), infecciones con lesión del cartílago fisario, etc.
Forma
Las variaciones en la forma plantean un diagnóstico diferencial similar. Las infecciones, los traumatismos, los tumores, las alteraciones displásicas y otras pueden generar deformidades.
Para informar una alteración de la forma, se usan términos descriptivos. Aquí te dejo algunos de los más frecuentes:
- La insuflación, provocada por lesiones de evolución lenta que generan erosión interna y remodelación de la cortical.
- La incurvación, puede ser causada por:
○ Una anomalía en el desarrollo, como el cierre parcial de la fisis.
○ Remodelación óseas reparativa
○ Insuficiencia ósea en huesos que soportan carga, etc. - La angulación anómala de un hueso.
○ Generalmente secundaria a consolidación anómala de una fractura.
○ En huesos que anatómicamente presentan una angulación, pueden presentarse variaciones por anomalías en el desarrollo, o por insuficiencia ósea (raquitismo, displasia ósea, enfermedad de Paget, etc.) - El ensanchamiento óseo, habitualmente, se debe a anomalías en la modelación, como el ensanchamiento metafisario de algunas displasias (deformidad en “matraz”).
- Las deformidades epifisarias son frecuentes, y en niños habitualmente obedecen a displasias o necrosis avasculares.
- Las deformidades con solución de continuidad corresponden a fracturas o pseudoartrosis.
Densidad
Las alteraciones de la densidad son probablemente la alteración más común en los huesos.
Pueden ser generalizadas (en todo el esqueleto) o focales, con aumento o con disminución de la densidad.
Las disminuciones generalizadas de la densidad ósea se denominan osteopenias. Las causas más comunes son la osteoporosis, la osteomalacia, el hiperparatiroidismo y algunos tumores como el mieloma múltiple.
Son signos de osteopenia la disminución del número de trabéculas óseas y la disminución del grosor cortical con aparente ensanchamiento de la cavidad medular (por ejemplo en los metacarpianos).
Otros signos de desmineralización se asocian a deformidades óseas o fracturas, como consecuencia del hundimiento del hueso sobre sí mismo de forma espontánea o por pequeños traumatismos.
Las desmineralizaciones regionales suelen estar relacionadas con patologías que provocan disminución de la funcionalidad de la región. Las verás en inmovilizaciones por fracturas o esguinces, distrofias simpático-reflejas o inflamaciones articulares con rigidez. Son frecuentes en áreas periarticulares, y pueden manifestarse como zonas difusas o moteadas de menor trabeculación.
El aumento generalizado de la densidad ósea puede deberse a anomalías del desarrollo o a displasias como la osteopetrosis, en la que no existe reabsorción ósea endomedular que modele el hueso. Puede estar relacionada con el excesivo depósito de minerales, como la fluorosis, o ser consecuencia de una mayor densidad de la endomedular ósea, como en el caso de las mielofibrosis.
En la mayoría de los casos, el aumento focal de la densidad ósea corresponde a los denominados islotes óseos.
Referencias
Aquerreta Beola JD. El estudio radiológico de la patología osteoarticular. Generalidades. Form Act Pediatr Aten Prim. 2012;5;157-68. Disponible en línea en https://fapap.es/articulo/216/el-estudio-radiologico-de-la-patologia-osteoarticular-generalidades
Lustosa L, Deng F, Bell D, Musculoskeletal x-ray: ABCDE (summary). Reference article, Radiopaedia.org (Accessed on 10 Jun 2023) https://doi.org/10.53347/rID-88679