Cómo leer una TC de Cerebro
La tomografía computada (TC) de cerebro es una herramienta diagnóstica ampliamente utilizada en el campo de la radiología. Esta técnica nos permite obtener imágenes detalladas del cerebro y sus estructuras, lo que resulta fundamental para el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones cerebrales.
Para leer una TC de cerebro, debes conocer bien la anatomía radiológica y la semiología radiológica del cráneo y el encéfalo. A continuación te describo ambos temas, bastante simplificados, y comparto un sistema de lectura para cada uno, que te resultará de utilidad para comenzar a interpretar las imágenes de la TC de cerebro.
En este tutorial, te guiaré paso a paso en el proceso de leer una TC de cerebro simple. Aprenderás a identificar las estructuras cerebrales clave y reconocer signos de patología. Con este conocimiento, podrás interpretar adecuadamente una TC de cerebro simple y obtener información vital para el diagnóstico preciso y la toma de decisiones clínicas.
Anatomía Radiológica
En general, en los estudios de imágenes médicas, no hay un orden establecido para la descripción de los hallazgos. Es por eso que cada profesional adopta uno propio según su experiencia y las demandas de sus colegas. Sin embargo, para los médicos en entrenamiento, o los que han iniciado recientemente su actividad asistencial, un sistema de lectura es indispensable para no dejar nada “en el tintero”.
Para revisar la anatomía del encéfalo y los espacios de líquido cefalorraquídeo, te recomiendo el sistema de los tres cortes. Este método es descrito por el Dr. James Smirniotopoulos en su canal de YouTube: Acute Brain Imaging – The 3 Slice Method. Los tres niveles son:
1.Nivel del tronco cerebral
- Cisterna supraselar (en forma de estrella)
- Prolongaciones temporales de los ventrículos laterales
- IV Ventrículo
2. Nivel de los ganglios basales
- Cuernos frontales de los ventrículos laterales
- III Ventrículo
- Cisterna cuadrigémina (en forma de sonrisa)
- Cabeza del núcleo caudado, núcleos lenticulares, tálamos ópticos.
3. Nivel de los ventrículos laterales
- Ventrículos laterales y la línea media, septum pellucidum.
- Cuerpo del núcleo caudado adyacente al margen de los ventrículos laterales.
Semiología Radiológica
Tener a mano un listado de las estructuras y/o órganos a evaluar te ayudará a organizar un informe. Además evitarás los errores de diagnóstico por omisión y evitarás caer en la satisfacción del hallazgo.
Con este fin podrías recurrir a una lista de comprobación, impresa o en un archivo de texto en tu móvil. Sin embargo, si la vas a recordar de memoria, es más práctico recurrir a las siglas. En este blog te he presentado ya algunas reglas mnemotécnicas.
Para no complicarte, intento que las siglas coincidan con las primeras letras del abecedario. De otra forma, terminarás con una sopa de letras en tu cabeza, sin saber cual es la que toca en cada región.
Un pequeño problema es que la mayoría se propone en su idioma original, el inglés. Y digo pequeño porque si tienes conocimientos básicos del idioma, no tendrás ninguna dificultad para recordarlas.
Para la TC de cerebro he adoptado una mnemotecnia desde un video de del Dr. José Luis de la Torre. Puedes verlo en YouTube siguiendo este enlace.
Y aquí está la regla mnemotécnica. Tomamos las tres primeras letras de alfabeto y agregamos la “S” al final. ABBCS
A – Asimetry – Asimetrías
B – Blood – Sangre
B – Brain – Cerebro
C – Cerebrospinal Fluid Spaces – Espacios de líquido cefalorraquídeo
S – Skull & Scalp – Cráneo y partes blandas.
Veamos paso por paso a que se refiere cada una con más detalle.
A – Asimetry – Asimetrías
En un paciente normal, las estructuras del encéfalo son simétricas. Por lo tanto, evaluar todos los cortes comparando un lado con el otro, es un buen inicio para detectar anomalías.
Te recomiendo establecer una secuencia para hacerlo. Por ejemplo, de anterior a posterior. En los hemisferios cerebrales comenzarías por los polos frontales, terminando en los occipitales.
No olvides las estructuras que ocupan la fosa posterior. Los hemisferios cerebelosos y el tronco encefálico también son simétricos.
También es importante evaluar la posición de la línea media en busca de desplazamientos. La hoz del cerebro siempre es una buena referencia para detectar asimetrías.
B – Blood – Sangre
Las principales indicaciones de la TC de cerebro se relacionan con su sensibilidad para detectar hemorragias agudas. Los coágulos sanguíneos recientes son típicamente hiperdensos en comparación con el parénquima encefálico. Esta hiperdensidad espontánea, cuando está presente, llamará inmediatamente tu atención.
Si tienes la posibilidad de medir densidades, encontrarás un valor de 50 a 100 UH en un sangrado agudo. Puede ser útil para establecer diagnósticos diferenciales.
No será difícil establecer la localización de la hemorragia. Una hemorragia intraparenquimatosa compromete al parénquima encefálico infra o supratentorial. Sí la colección hemática se dispone cubriendo los hemisferios cerebrales la localización puede ser epidural o subdural.
La hemorragia subaracnoidea puede ocupar las cisternas y los surcos. La distribución se relaciona directamente con el origen del sangrado. Si proviene de un aneurisma en el polígono de Willis, ocupará la cisterna supraselar. Cerciórate de que no hay sangre dentro de los ventrículos laterales, el III y el IV ventrículos. El volcado ventricular es una complicación frecuente de una ECV hemorrágica.
Recuerda que el flujo lento de la sangre, por ejemplo en los senos venosos, puede simular un coágulo. En la topografía de las arterias cerebrales medias busca el signo de la arteria cerebral media hiperdensa. La hiperdensidad de la arteria cerebral media por trombosis se ha descrito en la ECV isquémica aguda.
La densidad de un hematoma no complicado disminuye con el tiempo, aproximadamente 1,5 UH por día. En estadío subagudo es isodenso y en el crónico es hipodenso. En estos pacientes es más difícil identificarlos. Por eso, la RM es superior a la TC para diagnosticar sangrados en las fases subaguda o crónica.
B – Brain – Cerebro
Examina el parénquima encefálico supra e infratentorial buscando distorsiones anatómicas. Más arriba describimos el método de los tres cortes en la evaluación de la simetría.
Además de la morfología, la comparación lado con lado te permite identificar alteraciones en la densidad, en más (hiperdensidad) o en menos (hipodensidad).
Un aumento de la densidad se observa en las hemorragias agudas, como vimos en el apartado anterior. Algunos tumores pueden mostrar mayor densidad que el parénquima normal.
Las calcificaciones y osificaciones, y las lesiones que captan contraste también serán hiperdensos. Recuerda que las calcificaciones en los plexos coroideos y en la glándula pineal son hallazgos habituales.
Por el contrario, la disminución de la densidad suele asociarse a edema. Sí es focal puede ser expresión de un tumor. Si coincide con un territorio vascular, piensa en isquemia.
La presencia de aire dentro del cráneo con frecuencia se asocia con lesiones graves. Volveremos sobre este punto en el próximo apartado.
Evalúa la diferenciación entre la sustancia gris y la sustancia blanca. La sustancia blanca es normalmente más hipodensa que la sustancia gris por su alto contenido en lípidos.
Identifica esa diferenciación a nivel de la corteza cerebral y los núcleos basales. Para evaluar la corteza recorre el perímetro del encéfalo en el sentido de las agujas del reloj. Cambiar los valores de la ventana o alejar las imágenes puede ayudarte en esta tarea.
La pérdida de esa diferenciación puede ser causada por edema en un infarto. Cuándo afecta al lóbulo de la ínsula es un signo temprano de isquemia conocido como el signo de la cinta insular.
C – Cerebrospinal Fluid Spaces – Espacios de líquido cefalorraquídeo
Los espacios que contienen líquido cefalorraquídeo (LCR) incluyen el sistema ventricular, las cisternas y el espacio subaracnoideo en cisternas y surcos.
Aquí también puedes seguir una secuencia para no olvidarte de nada.
Habitualmente en la TC de cerebro, los cortes se imprimen de caudal a cefálico. Por eso te propongo revisar sucesivamente:
- Las cisternas perimesencefálicas
- La cisterna supraselar, presenta una configuración en estrella de cinco puntas.
- La cisterna cuadrigeminal, se ve cómo una sonrisa
- Las cisternas silvianas, deben ser simétricas.
- En la fosa posterior identifica el IV ventrículo.
- Los ventrículos laterales (simétricos), y el III ventrículo son supratentoriales.
Debes evaluar el contenido, el tamaño, la configuración y posición de los espacios de LRC.
Respecto al contenido, lo primero a descartar es la presencia de sangre.
Más arriba he descrito la pesquisa de sangrados intracraneales en la TC de cerebro. Recuerda que la hiperdensidad espontánea en cualquiera de los espacios de LCR es signo de hemorragia aguda.
Analiza el tamaño y la forma de los ventrículos y surcos subaracnoideos comparando con el lado contrario.
Al evaluar los surcos subaracnoideos ten en cuenta la edad del paciente. Son generalmente más profundos en los pacientes de edad avanzada, por la atrofia del parénquima encefálico. En los pacientes jóvenes son menos pronunciados. Sí identificas una disminución de volumen o una obliteración de los surcos subaracnoideos piensa en edema cerebral.
El aumento del tamaño de los ventrículos III y laterales sugiere una hidrocefalia no comunicante. Suele ser secundario a una obstrucción en la circulación del LCR. Si además está dilatado el IV ventrículo, se trata de una hidrocefalia comunicante. Algunas causas son la hemorragia subaracnoidea y las meningitis.
La disminución del tamaño de los ventrículos se puede presentar en la hipertensión intracraneal idiopática o seudotumor cerebral. Otra causa es el edema cerebral difuso.
Las alteraciones en la morfología pueden ser un signo de compresión o desplazamiento. La causa más frecuente es una lesión ocupante de espacio, tumoral o infecciosa.
S – Skull & Scalp – Cráneo y cuero cabelludo
Recuerda siempre revisar en la TC de cerebro la ventana para visualización de estructuras óseas. Evalúa las estructuras óseas del cráneo y el macizo cráneo facial.
El signo directo de una fractura es una solución de continuidad en un hueso. En la bóveda craneana las suturas pueden simular soluciones de continuidad. Recuerda la anatomía normal del cráneo para no cometer errores de interpretación.
Revisa la bóveda del cráneo para detectar posibles fracturas o lesiones destructivas. Dedica tiempo a comprobar la base del cráneo. La mayor complejidad de esta región puede dificultar la identificación de anomalías.
En una TC de cráneo el aire debe encontrarse exclusivamente en las celdillas mastoideas y los senos paranasales. El aire intracraneal es un signo indirecto de una lesión con solución de continuidad del cráneo y la duramadre.
Otro signo indirecto de fracturas es la presencia de niveles hidroaéreos en los senos paranasales. Evalúa en particular el seno esfenoidal y las celdillas etmoidales, en busca de material hemático. La patología infecciosa es otra causa de niveles hidroaéreos en las cavidades aéreas paranasales. Indaga antecedentes de sinusitis, otitis y mastoiditis.
Repasamos
Para cerrar el tema te dejo una síntesis de los pasos para la lectura de una TC de cerebro.
Paso 1: Revisa los datos del paciente. Las 5 preguntas.
Paso 2: Establece la calidad del estudio. Artificios. Ventanas.
Paso 3: Sistema de lectura La evaluación básica incluye tres cortes axiales: a nivel del tronco encefálico, nivel de los ganglios basale y nivel de los ventrículos laterales.
Usa la mnemotecnia AABCS
A – Asimetry – Asimetrías Revisa la línea media. Compara lado con lado.
B – Blood – Sangre Localiza hiperdensidad intraparenquimatosa o en los espacios de LCR.
B – Brain – Cerebro Determina la diferencia de densidad entre sustancia gris y blanca. Detecta anomalías por aumento o disminución de la densidad.
C – Cerebro Spinal Fluid Spaces – Espacios de líquido cefalorraquídeo. Evalúa el contenido, la morfología, el tamaño y la posición de los espacios de LCR.
S – Skull & Scalp – Cráneo y partes blandas. Usa la ventana ósea y de partes blandas para evaluar el cráneo y el cuero cabelludo, respectivamente. No te olvides de revisar las cavidades aéreas paranasales y las celdillas mastoideas.
Referencias
Sandra Rocío Ochoa Barajas, MD. Uso de las imágenes diagnósticas en el trauma craneoencefálico. MedUNAB, Vol. 15 Núm.1. Abril-Julio 2012 Pags. 53-62 Disponible en https://www.imbiomed.com.mx/articulo.php?id=115516
Jones J, Bell D, Murphy A, et al. CT head (an approach). Reference article, Radiopaedia.org (Accessed on 11 Aug 2023) https://doi.org/10.53347/rID-8998